Hoy y siempre un buen par de zapatos define tu imagen y es una base importante para una buena presentación, por lo que mantenerlos presentables es muy importante. Como decía Forrest Gump “Puedes saber mucho de una persona por los zapatos que usa”.
Y para tener unos zapatos presentables es muy importante darles mantenimiento y cuidados que les ayude a que no se deformen o se lastimen; existen muchas marcas de productos para mantener tus zapatos con vida, pero muchos de ellos son muy costosos y en ocasiones innecesarios; así que nos dimos a la tarea de buscar productos caseros y de fácil acceso, que junto con unos cuantos tips técnicos te ayudaremos a mantenerlos como nuevos.
Para que no pierdan su forma original, al quitártelos coloca periódico en su interior así tendrán soporte, además les ayudará absorbiendo la humedad que generan tus pies, por eso es importante que los dejes reposar por lo menos un día, así evitaras que crezcan todo tipo de bacterias y hongos que provocan el mal olor, por lo que es recomendable tener más de un par de zapatos.
Antes de ponerte tus zapatos no olvides limpiarlos, usa una franela seca para quitarles el polvo y la mugre que tengan, después es importante saber de qué tipo de piel están hechos tus zapatos, sí es una piel normal liza necesitas hidratarla para que vuelva a la vida, lo mejor que encontraras en tu casa para esta tarea es tu crema corporal, en realidad no importa la marca pero si es importante que no contenga tintes o sombras porque puedes mancharlos, para regresarle el brillo solo frótalos fuertemente con la franela.
Sí son aterciopelados ya sean nobuk o gamuza, solo debes frótalos con una fibra seca para lavar platos, después para darle un poco de brillo y protección rocíalos con un poco de espray repelente de polvo, como el que se usa para los muebles. Sí tus zapatos tienen en el diseño distintos materiales ten cuidado de aplicar el método correcto para cada uno.
Otra recomendación es guardar tus zapatos en una zona fresca y de preferencia que no le dé la luz del sol, ya que la piel se reseca con el calor y puede agrietarse, además que la luz del sol puede desgastar su color original.
Así que ya sabes cómo cuidarlos, ya no hay pretexto para lucir tus zapatos impecables.